La textura del suelo es una propiedad del mismo que depende de la proporción en peso de arena, limo y arcilla que contiene. La textura se refiere a tamaños de partícula menores a 2 mm de diámetro que son los elementos finos, los gruesos son los diámetros superiores a estos 2 mm, los cuales son denominados gravas.
Estas partículas o elementos finos están determinados en sus límites por su tamaño, y estos límites son diferentes según la clasificación granulométrica que se utiliza, las dos clasificaciones más usualmente establecidas son la internacional y la que realizó la USDA (Departamento de agricultura de los Estados Unidos).
Nos vamos a centrar en la clasificación USDA que es la más ampliamente utilizada, y en ella se dividen los siguientes tamaños de partícula:
La textura es una propiedad cambiante a lo largo de la profundidad del suelo, no es igual en los primeros horizontes que a más profundidad (lo mismo que otras propiedades del suelo), por ello en algunas ocasiones (establecimiento de cultivos con raíces muy profundas) puede ser más adecuado realizar dos analíticas a diferentes profundidades.
Para la determinación de la textura se utiliza el método de Bouyoucos en laboratorio, con este procedimiento obtenemos los porcentajes de arena, limo y arcilla de una manera bastante exacta. No obstante, hay algunos procedimientos indirectos que nos pueden dar una aproximación de la textura, entre ellos la formación de una bola húmeda pequeña con el suelo del que queremos analizar, las propiedades de esta pequeña bola nos permiten conocer aproximadamente las cantidades de las tres fracciones, así, si la bola es muy moldeable tendrá una mayor cantidad de arcilla, si es áspera, poco manejable y se disgrega dispondrá de mayor porcentaje de arena.
Esta última técnica es recomendable si necesitamos una aproximación o un resultado rápido, pero desde Labiser se aconseja, siempre que sea posible, la determinación en laboratorio.
Después de saber los porcentajes de arena, limo y arcilla del suelo se debe conocer la clase textural del suelo que es su clasificación, para ello tenemos una herramienta que se denomina diagrama textural o triángulo de textura del departamento de agricultura americano. Introduciendo en el diagrama los datos obtenidos de arena, limo y arcilla nos clasifica el suelo, las clases de principales de texturas son:
Además, se pueden dar diferentes combinaciones entre ellos como areno-arcilloso, limo-arcilloso, franco-arenoso, franco-limoso, etc.
¿Quieres conocer la textura de tu suelo?
El tipo de textura de nuestro suelo influye en sus características, entre ellas estarían rasgos físicos como la capacidad de drenaje o aireación, o químicos como la fertilidad. Vamos a desarrollar estas características para cada clase principal de texturas:
Conocido que es la textura, las diferentes clases y las características de cada una, vamos a establecer porque es necesario conocerla para el adecuado para el desarrollo de nuestros cultivos.
Generalmente, antes de establecer un cultivo se debe realizar una analítica de suelo donde uno de los parámetros más importantes que debemos conocer es la textura, y esto es así porque puede ser que la planta que hemos elegido para cultivar no se desarrolle bien con determinadas texturas, o que haya que realizar algunos trabajos previos para sortear la influencia de la textura, como por ejemplo realizar caballones o efectuar obras de drenaje para evitar la acumulación de aguas en suelos muy arcillosos.
Muy importante también es conocer la textura del suelo si tenemos un regadío, si conocemos exactamente la textura podemos planificar más exactamente los riegos a efectuar y la cuantía de estos. No es lo mismo tener un suelo arcilloso que retiene mejor el agua, perdiéndose por infiltración menos cantidad a capacidad de campo que un suelo arenoso, por lo tanto, este último necesitaría riegos más frecuentes, pero de menor cuantía que el de tipo arcilloso que requeriría de riegos menos frecuentes, pero de mayor cantidad.
Otra información importante que nos proporciona la analítica de textura es la fertilidad de nuestro suelo, normalmente cuanto más elevada es la concentración de arcilla del suelo mayor es la fertilidad de este, eso sí depende del tipo de arcilla, las de tipo esmectita y vermiculita son las que aportan mayor fertilidad al suelo a través de la capacidad de intercambio catiónico.
Por último, hay que señalar que el tipo de textura del suelo determina si la materia orgánica se puede degradar con mayor velocidad (suelos de textura arenosa) o menor velocidad (suelos de textura arcillosa).
Como resumen, desde Labiser se revindica la importancia de la textura como parámetro dentro de la analítica de suelo, que determina decisiones importantes de carácter agronómico que podemos tomar durante el ciclo de nuestro cultivo, estas decisiones tienen que ver con la elección de especie a cultivar o variedad de la misma, labores previas al establecimiento del cultivo, la fertilización, el riego en cantidades y tiempos, o el manejo de la materia orgánica entre otros aspectos.
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